Una bona anàlisi

febrero 28, 2011

Las tribus contra el búnker

Pepe Escobar
Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

La revolución en Libia es una revolución tribal. No fue, y sigue sin ser, dirigida por jóvenes intelectuales urbanos, como en Egipto, o por la clase trabajadora (que en su mayoría está compuesta, de hecho, por trabajadores extranjeros). Incluso a pesar de que los protagonistas del levantamiento contra Muamar Gadafi pueden ser una mezcla de libios de a pie, juventud educada y/o desocupada, una sección de las clases medias urbanas y desertores del ejército y los servicios de seguridad, lo que los traspasa a todos es la tribu. Incluso Internet, en el capítulo libio de la gran revuelta árabe de 2011, no ha sido un protagonista absolutamente decisivo.

Libia es tribal de la A a la Z. Hay 140 tribus (qabila), 30 de ellas clave: una de ellas, Warfalla, representa a un millón de personas (de una población de 6,2 millones). A menudo, llevan el nombre de las ciudades de las que provienen. El coronel Gadafi dice ahora que el levantamiento libio es un complot de al-Qaida impulsado por hordas drogadas con leche y Nescafé mezclados con drogas alucinógenas. La realidad es menos lisérgica: es un concierto de tribus que terminará por derribar al rey de reyes africano.

Un inmenso grafiti en la Bengasi liberada dice: «No al sistema tribal». Es una vana ilusión. Los oficiales del ejército libio son una colección de notables tribales seducidos o sobornados por Gadafi, que sigue una estricta estrategia de dividir para gobernar desde el nacimiento del régimen en 1969. Tanto en Túnez como en Egipto, el ejército fue crucial en la caída del dictador. En Libia, es mucho más complicado. El ejército no es tan importante en comparación con las milicias paramilitares, privadas y mercenarias, dirigidas por hijos y parientes de Gadafi.

Gadafi y su hijo «modernizador», Saif, ya han jugado las únicas cartas que les quedan, a falta del genocidio: sedición (fitna) e islamismo, muy al estilo de Hosni Mubarak, como cuando dice «soy yo o el caos». En el caso del clan Gadafi, es como sigue: sin mí, es guerra civil (en realidad fabricada por el propio régimen) u Osama bin Laden (invocado como deus ex machina por el propio Gadafi). La mayoría de las tribus no se tragan ese guión del «dios surgido de la máquina».

Las perspectivas de Gadafi son sombrías. La tribu Awlad Ali, en la frontera egipcia, está en su contra. Az Zawiyya se le ha opuesto desde principios de esta semana. Az-Zintan, a 150 kilómetros al sudoeste de Trípoli, está centrada en Warfalla; todos están en su contra. La tribu Tarhun, que, crucialmente, incluye más de un 30% de la población de Trípoli, se le opone. El Jeque Saif al-Nasr, ex jefe de la tribu Awlad Sulaiman, habló por al-Jazeera para llamar a los jóvenes tribales del sur a sumarse a las protestas. Incluso, algunos de su pequeña tribu, Qadhadfa, ahora está en su contra.

Matando a la sociedad civil

La tribu, con sus clanes y subdivisiones, es la única institución que ha regulado durante siglos la sociedad de esos árabes que han vivido en las regiones de los colonizadores italianos a principios del siglo XX, llamadas Tripolitania, Cirenaica y Fezzan.

Después que Libia llegó a la independencia en 1951, no hubo partidos políticos. Durante la monarquía, la política sólo tuvo que ver con tribus. Sin embargo, la revolución de Gadafi del 1969 replanteó el papel político de las tribus: sólo se convirtieron en garantes de valores culturales y religiosos. La ideología de la revolución de Gadafi giraba alrededor del socialismo, con el pueblo, teóricamente, como sujeto de la historia. Los partidos políticos también fueron descartados. Fue la hora de los comités populares y el congreso popular. La vieja elite, los ancianos de las tribus, fue aislada.

Pero el tribalismo devolvió el golpe. Primero, porque Gadafi decidió que los puestos en la administración debían ser distribuidos por afiliación tribal. Y luego, durante los años noventa, Gadafi renovó las alianzas con los dirigentes tribales; los necesitaba «para librarse de la creciente oposición y de diversos traidores». Y aparecieron los «comandos sociales populares», que combatieron la corrupción, solucionaron disputas locales y terminaron por consagrar a la tribu como protagonista político.

Gadafi se aseguró de tener una alianza impenetrable con los Warfalla y, medianteuna estrategia centrada en una consigna «pueblo armado», logró domar al ejército. Los puestos clave en el servicio secreto fueron entregados a su tribu, Qadhadfa, y a uno de sus compañeros revolucionarios, Maqariha. Esto significó esencialmente que esas dos tribus obtuvieron el monopolio todos los sectores clave de la economía, y eliminaron, literalmente, toda oposición.

El resultado inevitable de ese sistema político tribal fue el desgajamiento de una sociedad civil basada en instituciones democráticas. La clase media educada se quedó sin nada. Luego vino el embargo de las Naciones Unidas, que duró una década. La economía, que ya estaba en mal estado, cayó en picado; nunca hubo una redistribución decente de la riqueza del petróleo y del gas. La inflación y el desempleo se dispararon. La retórica fue siempre de «democracia directa»; la realidad era que los pocos «ganadores» formaban parte de una burguesía estatal reaccionaria, ya fueran reformistas, dirigidos por Saif; conservadores (fieles al Libro Verde de Gadafi); o tecnócratas (los que disciernen jugosos tratos con corporaciones extranjeras).

Año cero en Cirenaica

No es sorprendente que el levantamiento haya comenzado en Bengasi, que quedó fuera de toda estrategia de desarrollo, en una región, Cirenaica, con una infraestructura absolutamente pésima en comparación con Tripolitania.

Ahora el oficialmente llamado Jamahiriya, «el Estado de las masas», está a punto de derrumbarse. Es año cero en Cirenaica. Es imposible dejar de recordar los primeros días de Iraq «liberado» en abril de 2003. El Estado ha desaparecido. Comités populares, grupos islámicos, y bandas armadas controlan ahora territorios enteros. Nadie sabe cómo se desarrollará esto o lo que pueda suceder después de la batalla de Trípoli (suponiendo que la oposición pueda obtener algún armamento pesado serio). Una fuerte posibilidad es la emergencia de territorios tribales auto-gobernados controlados por las tribus, como en Afganistán y Somalia o, de hecho, que regiones enteras se independicen, a pesar de los esfuerzos de la oposición en el exilio por disipar esos temores.

Antes de eso, como ha advertido Gadafi, correrá la sangre. La fuerza aérea está controlada directamente por el clan Gadafi. Además, dos de sus hijos están en posiciones clave: Moutassim es jefe del Consejo Nacional de Seguridad y Khamis es comandante de una brigada de fuerzas armadas. El ejército tiene 150.000 soldados. Los máximos comandantes militares tienen todo que perder si no apoyan a Gadafi. Según los mejores cálculos, Gadafi todavía podría contar con 10.000 soldados. Para no hablar del ejército mercenario «africano negro» pagado en oro, en su mayoría insertado en Libia a través de Chad.

Sea lo que sea lo que emerja de este volcán, cuesta imaginar una Libia no fracturada siguiendo líneas tribales. Es justo decir que la juventud libia tribal que salió a las calles a luchar contra el régimen armado de Gadafi considera la mentalidad tribal como la peste. No desaparecerá de un día para otro. Sin embargo, la mejor esperanza posible bajo las difíciles circunstancias, con la amenaza de una crisis humanitaria y el espectro de la guerra civil, es que Internet impulse al país a una era post tribal. Antes de eso, debe caer un búnker.

Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su último libro es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com.

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rEV
Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MB26Ak05.html

ja han passat quatre anys

febrero 6, 2011

Saps, pare?
Segueixo recordant-me molt de tu, moltes vegades, molts dies l’any.
Avui fa quatre anys que vas morir.
Quan vaig començar a escriure aquí pensava convertir-ho en una mena de resum de les coses que m’anaven passant, del que m’envoltava i com em sentia.
Vaig passar etapes diferents, però ara m’entesto per què això sigui una part de la meva memòria de vosaltres.
Per què vull que no es perdi la vostra vida, la consciència que em vàreu deixar, la constància que èreu grans persones amb grans valors que fan que em senti millor quan hi penso.
Vosaltres em feu una mica més valenta cada dia.
Mil petons més, avui també.

julio 19, 2010

Te quiero, tesoro mio, te quiero mucho!
Tiene 91 años, está prácticamente inmovilizada en la cama de la residencia, con apraxia y afasia (que según explicó el médico, quiere decir lisa y llanamente: sin movilidad y que casi ha olvidado las palabras) y también ha perdido casi por completo la vista.
Recibe esas palabras con una hermosa sonrisa. Si, hermosa, con la cara relajada.
Soy yo, estoy aquí contigo. Te quiero!
Sé que esos estímulos funcionan. Me sujeta con fuerza la mano que le acerco y nos quedamos así, unidas y en silencio, por horas. Mientras la veo tranquila no quisiera que esto acabara nunca. Cuando me viene a la cabeza, me cuesta soportar esta idea. Pero llegará y tendré que aprender a convivir con ello. Ahora, en esta etapa, es la experiencia en torno a la que gira mi vida.
Hoy es su santo, por eso la tengo más presente todo el tiempo.

«quizás no sea inútil tener bien presente que, justamente como catalanes, estamos mucho más próximos de cualquier jornalero andaluz, obrero madrileño, campesino aragonés, etc., que de no pocas de las patums catalanas (y corifeos habituales: los F-M Álvaro, los Vicent Sánchis, etc.) convocantes de la manifestación de este sábado.»
de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=109449&titular=sobre-la-manifestaci%F3n-del-10-de-julio-de-2010-en-barcelona-

i, també avui es diuen coses interessants a:
«Ahora resulta que la identidad colectiva de la llamada nación española se concretiza en once sujetos con pantalón corto que se desviven, eso sí, en introducir una esfera en una especie de paralelepípedo. Y a nadie parece extrañar.»
de: http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/398995/index.php

querido abuelo

May 14, 2010

Me invade una gran tristeza por los hechos de hoy. Había alguien que le plantó cara al franquismo, pero seguimos como siempre, abuelo.

gracias Jimenez Villarejo

abril 15, 2010

abril 14, 2010

De l’hemeroteca de La Vanguàrdia. Notícia del 15 d’abril de 1931 amb la proclamació de la República a Barcelona

LVG19310415-006

jornada fotográfica

abril 5, 2010

A quienes sabeis de mi alergia a los rituales de la semana santa, incluso  como documento antropológico, os extrañará que me haya aproximado a una procesión. Fuí a hacer turismo la noche de viernes santo. Cerca, muy cerca, a 8 paradas del trambaix.

Sí, aproximado,  no acercado del todo. Las fotos desde la menor distancia donde llegué a ubicarme. Casi no se distingue, pero, sí hay una imagen en procesión.

Lo más impresionante los cánticos espontáneos de saetas, desde las ventanas. Llegaban a poner la piel de gallina. Lo curioso, la cantidad de personas inmigrantes que participaban en la ruta.

salida desde el polideportivo

De todos modos, me gusta más mi pantera

pantera negra

Con el ruego de que lo divulgues.

http://leydelaverdad.blogspot.com/2010/02/el-anteproyecto-de-ley-de-verdad.html

Ley de verdad, justicia y reparación para las víctimas del genocidio y la dictadura franquista y el posterior periodo de impunidad

et recordo, sempre!

febrero 7, 2010

Tres anys ja!

Ahir fèia tres anys, i jo segueixo recordant-te. A dies amb amor i calma, però ahir i avui no ha estat fàcil. Enguany la mare està realment malament, vull dir gairebé com sempre aquests últims temps, però jo no sé si és per que recordava alguna cosa o per que la seva malaltia avança una mica més cada dia, ahir em va semblar que estava més lluny que altres dies. I jo em vaig recordar com estava de forta encara, fa tres anys.

Ella em va ajudar molt aquell dia, estava trista, pero amb molta energia encara i ens vàrem fer mota companyia, i saps, a partir d’aquell dia va començar a parlar-me dels seus bons records i de totes les coses que havíeu viscut junts. Tant com li costava abans parlar així. Fins que li va començar la malaltia.

Pare, la mare t’estimava molt, encara que li costava molt desmostrar-t’ho. Ens costava molt a tots expressar com ens estimàvem. Ara, a vegades, li parlo de tu i de totes les altres persones que estimo i em sembla que sí que m’entèn i que això la fa feliç. Vull pensar que soc responsable de bona part dels seus petits moments feliços.

T’estimo, pare. Recordar-te, ara ja, em dóna calma. Gràcies per ajudar-me.